La luna, la luna…nada tan hermoso como la luna, muy al contrario que a Lalo a mi la luna me hechiza, me hace sentir bien, me complementa…me produce una sensación de inquietud que me gusta dominar y descubrir que soy capaz de de transformarla en calma, en una hermosa y placida ola salada capaz de refrescar todos mis sentimientos. No entiendo como Lalo puede asegurar que la luna ni le interesa, ni le inquieta, ni le asusta, ni le hechice, ni le preocupe, ni le haga soñar, ni le distraiga…y encima, asegura que en la luna no hay nada.
Siento no estar de acuerdo con él. Para mi, “mi luna”, la mía, me interesa porque es luz, y sabe poner brillos cuando me siento oscuro; mi luna me inquieta porque en sus cien caras adivino miradas en las que el futuro, se refleja y puedo sentirme mago, veedor y hasta soñador de tiempos mejores; mi luna me asusta porque juega conmigo y hace que vea imágenes, escenas de antiguas películas, retazos de sueños que se hicieron realidad…la luna me asusta porque es tan femenina que se hace imprevisible; mi luna, la mía, sí me hace soñar porque dibuja mis horizontes como una raya plateada donde se une lo lejano y lo próximo, los demonios y los ángeles…la luna, la mía, me acerca a lo eterno; mi luna de distrae porque cuando me mira puedo observarla envuelta en ella misma, es una cara redonda con rasgos femenino, es una Venus, es una diosa del pasado, una señora virgen para el futuro…la luna es entretenida porque te deja que la mires y la mires.
La luna, mi luna, es una luna que se llena y se vacía, es un recipiente de plata y cobre…crece y mengua es una caprichosa caracola de nácar en medio del cielo.
La luna, en mi luna, hay de todo, sí, hasta banderitas de papel de seda y guirnaldas de cerezas y amapolas; en mi luna hay niños que juegan sin l temor a caer por el filo del cielo.
En mi luna se celebra cada minuto el carnaval con mascaritas doradas, con disfraces que se tejen con cintas de plata…en mi luna, sí en la mía…! hay tantas cosas!.
Siento no estar de acuerdo con él. Para mi, “mi luna”, la mía, me interesa porque es luz, y sabe poner brillos cuando me siento oscuro; mi luna me inquieta porque en sus cien caras adivino miradas en las que el futuro, se refleja y puedo sentirme mago, veedor y hasta soñador de tiempos mejores; mi luna me asusta porque juega conmigo y hace que vea imágenes, escenas de antiguas películas, retazos de sueños que se hicieron realidad…la luna me asusta porque es tan femenina que se hace imprevisible; mi luna, la mía, sí me hace soñar porque dibuja mis horizontes como una raya plateada donde se une lo lejano y lo próximo, los demonios y los ángeles…la luna, la mía, me acerca a lo eterno; mi luna de distrae porque cuando me mira puedo observarla envuelta en ella misma, es una cara redonda con rasgos femenino, es una Venus, es una diosa del pasado, una señora virgen para el futuro…la luna es entretenida porque te deja que la mires y la mires.
La luna, mi luna, es una luna que se llena y se vacía, es un recipiente de plata y cobre…crece y mengua es una caprichosa caracola de nácar en medio del cielo.
La luna, en mi luna, hay de todo, sí, hasta banderitas de papel de seda y guirnaldas de cerezas y amapolas; en mi luna hay niños que juegan sin l temor a caer por el filo del cielo.
En mi luna se celebra cada minuto el carnaval con mascaritas doradas, con disfraces que se tejen con cintas de plata…en mi luna, sí en la mía…! hay tantas cosas!.
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